Cuando yo era pequeña solía ser diferente a muchas niñas a mi alrededor y siempre sobresalía del resto por ser así, algunas niñas me decir insultos y se burlaban vilmente, de mi pensar y actuar y solía vivir en soledad, apartada de los demás y sin un algo que me ayudara a ser feliz. A mi corta edad madure y aprendí a ser feliz en soledad. Creo que por ello era diferente, mientras las demás niñas jugaban con sus muñecas yo debía estudiar y cuidar la casa como una niña adulta y no tengo muchos recuerdos de amigas o de los juegos típicos de barbies o tacitas.
Cuando yo nací mi madre me aclaro que yo era un condoro que ella había tenido y en reiterada
s veces me dijo “No debiste nacer” “Yo estaría mejor ahora”. Eso me marco de por vida. Nunca logre sacarme de la mente que solo fui creada a partir de un error y no de amor como el resto de la gente normal, creo que si no fuera por mis abuelos no se que habría sido de mi. Mis abuelos me criaron mientras mis padres trabajaban, es con ellos con los que tengo unos recuerdos hermosos. El correr por la plaza de Talcahuano vestida con esos típicos vestiditos de damitas formales que solían colocarle a las niñas pequeñas a las que adoraban mucho, con esas cintitas en el cabello azabache largo que solía gustarme utilizar y mis tan preciados zapatos de charol negro brillantes porque mi abuelita solía limpiarlos cada mañana para mi antes de despertar. Siempre solía correr por esos lugares después de ir a comer pastelitos con café o bebida con mi abuelo ya fallecido. O solíamos escaparnos al puerto a ver los lobos marinos y degustar de esas machas sacadas del mar cuando solo se podían comer con limón sin problema alguno de intoxicación. Mis abuelos lo eran y lo son todo para mí. Mi pasado, mi presente y mi futuro. La muerte de mi abuelo significo lo más doloroso que eh vivido en mi vida y aun lloro cuando le recuerdo… cuando entre recuerdos lo escucho decirme reinita………….. Llore nuevamente. Es un tema duro………. Duele.
Manuel Jesé Miranda cuña. Mi abuelito.El de la derecha. Murió en Abril del 2007… no diré el porque y solo diré eso de él. Porque el llanto no cesara. En la fotografia esta mi abuelo, mi madre, mi padre y mi abuelita.
Cuando nació mi hermano fue aun peor. Era el hombrecito que deseaban y se olvidaron de mi, lo único que me hacia sentirme mejor era el aplauso de las profesoras por mi trabajo o mis notas. Pero. No era feliz. Cuando cumplí cierta edad ya tenia un conocimiento elevado del ser humano, de cómo se comportaba ante ciertos estímulos, su forma de pensar, vivir, luchar, sacrificarse, amar. Sufrir y morir. Era horrible como una niña de apenas 10 años podía llegar a ser tan calculadora y solitaria. Toda mi vida fue en soledad y eterno llanto en silencio. Escondida bajo las fresadas de mi cama, para que nadie me viera ser débil ni escuchara que en verdad sufría por ser como era y mi alrededor.
Recuerdo que a los 11 tuve mi primer amigo. Se llamaba Álvaro, jugábamos asuntos de hombres; tazos, cartas, pelota, etc… nunca me comporte como la chica que era a pesar de que muchos de mis compañeros se me habían declarado a través de cartas jamás pensé en que yo para el resto era linda, siempre me vi como menos y aun me cuesta asumir que me digan “eres linda”. No se porque nunca me di cuenta que la gente me quería, que deseaba estar conmigo y yo les alejaba. Les veía como amenaza o algo sumamente malo. Mi primer novio vino a los
Eres mi renacer. Mi todo y mi futuro. Mi ángel. Mi amor
Te amo.
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