La brisa que un dia revolvio nuestros corazones
Les dio vida y les dejos elevarse muy alto en el cielo
Aquellos que me dijeron por primera vez te amo
Y que besaron mis labios virgenes de pecados
Los mismos que recorrieron mi piel suavemente
Que me hicieron suspirar aun por un poco mas
Que me ilusionaron con otoños floridos
Y que me cobijaron en la frialdad del invierno
Aun mas fueron los mismo que un dia tras tu partida
Me dijeron cual murmullo un te amo y un adios
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Me gusta ponerme a ver tus fotografías y darme cuenta que fue un buen camino el que decidí tomar y no el equivocado como lo pensé a un comienzo. Quizás por miedo. Tal vez no quería volver a probar el trago amargo de la desilusión después del amor indiscutible y el rechazo. Volví a rearmar ese pequeño corazón que mantenía bajo el brazo como un periódico viejo que buscaba trabajo para poder sobrevivir ante esta vida que margina te llena de pesares y una cruz en tus hombros que crece y crece cada ves aun mas y no se detiene. Un mañana me desperté y lloraba mientras aquel corazón que tanto cuide y endurecí floreció y se volvió bello. Como la historia del patito feo que tras volverse cisne todo vieron que estaba allí y existía y pudo caminar entre el resto sin miedo a ser pisoteado o pasado a llevar. Pero. Un pero notorio diría yo. Tú me distinguiste tras toda esa gente, en un rincón solo y desesperado. Con un dolor en mis heridas abiertas y con el rostro sucio y desgastado tanto ser humillado en el suelo que todos pisamos sin ver que hay bajo tus pies barrosos y sin sentido.
Yo. Estaba sola. Triste y desesperada. Con un dolor inmenso y con ese corazón destruido bajo mis pies descalzos llenos de espinas por tanto caminar por esos lazos baldíos y llenos de trabas. Lloraba tan silenciosamente que solo tú pediste escuchar que sufría. Estando sucia, sola, humillada, sin esperanza, sin nada me cobijaste como pajarito perdido en la ciudad. Propenso a la muerte y a la caída nuevamente de su árbol. Fue tan calido y tan lindo que creo que el cielo se había adelantado a mi hora y que al fin lograba llegar a ese tan anelado lugar que esperaba pero que tenia cara de hombre. Limpiaste mis heridas lentamente y con tanto cuidado que no logre percibir cuando ya estaban limpias y cicatrizadas. Envolviste en algodón mi corazón que fue curándose y resplandeciendo nuevamente y junto a ti volví a ser yo.
Tanto hemos pasado para que todo fuera lindo?
Porque tu camino tardo tanto en verse en el horizonte?
No lo se pero agradezco a dios el haberte encontrado.
Yo. Estaba sola. Triste y desesperada. Con un dolor inmenso y con ese corazón destruido bajo mis pies descalzos llenos de espinas por tanto caminar por esos lazos baldíos y llenos de trabas. Lloraba tan silenciosamente que solo tú pediste escuchar que sufría. Estando sucia, sola, humillada, sin esperanza, sin nada me cobijaste como pajarito perdido en la ciudad. Propenso a la muerte y a la caída nuevamente de su árbol. Fue tan calido y tan lindo que creo que el cielo se había adelantado a mi hora y que al fin lograba llegar a ese tan anelado lugar que esperaba pero que tenia cara de hombre. Limpiaste mis heridas lentamente y con tanto cuidado que no logre percibir cuando ya estaban limpias y cicatrizadas. Envolviste en algodón mi corazón que fue curándose y resplandeciendo nuevamente y junto a ti volví a ser yo.
Tanto hemos pasado para que todo fuera lindo?
Porque tu camino tardo tanto en verse en el horizonte?
No lo se pero agradezco a dios el haberte encontrado.
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